Soberanas.... pelotas que me rompen.

Bueno, hoy no pensaba escribir, ya que en estos momentos debía estar compadeciéndome de cómo me había ido en el parcial... Pero como los muchachos tomaron la facultad, y los docentes terminaron de adherirse al paro sin concurrencia, casi que me obligaron a postear este nuevo.

Esto al día de hoy es lo que más me jode que suceda dentro de un transporte público. Pero me jode soberanamente las bolas. Bueno, comienza la descripción.

Imagínese usted que se levantó con tooooooodas las ganas de hacer lo que tiene que hacer en su día. Se lavó los dientes, se lavó la cara, se peinó, se vestió, tomó su LK 6 Defensis, y salió a la parada a esperar al bondi. Hay mucha gente, pero ese pequeño detalle no va a destruir su día, no? Llega el colectivo, se suben todos, apretados. Usted paga y se va al fondo. El colectivo arranca y usted casi se cae. Evidentemente su postura no lo sostiene del todo. Por lo tanto, se posiciona bien firme, distancia entre las piernas de ancho de hombros, y se sostiene con sus dos manos. El recorrido continúa siendo el de una montaña rusa, pero a usted no le jode, jaja, está bien agarrado. Así que continúa disfrutando su viaje, mientras escucha Beto Casella por su mp3 Bien Levantado. Va subiendo más gente y se va acercando hacia el fondo también. La gente se cae... pero usted sigue cantando o silbando las canciones, y riendo de los comentarios de la radio.

Hasta que un p... bueh, vamos a llamarla VIEJA. Hasta que una vieja se acerca pretendiendo pasar por sobre usted.

Si tiene suerte, entonces la vieja le gritará: "¡Permiso!", o si tiene más suerte se lo susurrará. Usted, sonriendo por la música, como es un tipo caballeroso, educado y no es mal pensado, va a achicar un poquito el espacio que ocupa para dejar que la vieja pase. Probablemente, uno piensa que va a bajar en la parada próxima, o en la siguiente como mucho.

Pero no. Y es lo que me calienta! Piden permiso para "Afanarle" un pedacito de su lugar!! Y ahí se quedan, como si uno le hubiese dado permiso de quedarse en el lugar que uno tan cuidadosamente había guardado. Y eso no es todo! El colectivero frena de golpe, y usted se va derechito hacia adelante, chocando dos o tres (y perdiendo por completo el lugar que tenía). Y para colmo en la radio usted empieza a escuchar un tema de Miranda!

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Uh, perdón, es que me emocioné. Comenten, nos vemos la próxima.